Posteriormente, durante el montaje in situ, esos mismos elementos son soldados entre sí a través de unos vínculos que se dejan en las esquinas, formando una estructura monolítica que se convertirá en la vivienda o edificio, de forma rápida y sencilla.
Esos elementos prefabricados pueden ser livianos, semipesados o pesados, en forma de bloques, paneles y elementos lineales. Hablamos de muros de contención, placas de fachadas, vigas, columnas o pilotes, por mencionar algunos ejemplos.