Los pisos, ya sean de cerámica o lujados, se deben proteger de impactos fuertes para evitar las fisuras o descascaramientos que reducen su vida útil. En el caso de los pisos de cerámica no se recomienda el uso de químicos fuertes para su limpieza, como el ácido muriático, pues deterioran la textura. En los pisos de concreto o lujados recién terminados se aconseja limpiar con canfín, para que los poros sean sellados y así aumentar la durabilidad.
No deslice, ni corra los muebles, para así evitar que los pisos se deterioren y se rayen. También es recomendable colocar una base de goma, hule o similares bajo las patas de los muebles.
En toda la vivienda cuyo piso sea en concreto, ya sea cómo acabado final (concreto lujado) o como base para el enchape (mosaico, cerámica, otro) podrán presentarse pequeñas fisuras originadas por la acción del fraguado del concreto, o por las expansiones y contracciones que sufre éste debido a los cambios en la temperatura, entre otros.
Estas fisuras tendrán una apariencia de tela de araña (mapeado), pero serán casi imperceptibles al tacto, es decir, no tendrán mayor profundidad.
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